EL ALMA PARA PLATÓN.
Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena.
Platón, consideró que el alma es el principio que anima los cuerpos de los seres vivos, que les da vida y movimiento. Pero lo peculiar de su concepción se muestra en su visión del alma como principio de racionalidad y dotada de carácter divino. Para este autor el alma es la parte más excelente del hombre, gracias a ella podemos alcanzar la ciencia y realizar acciones buenas; el alma al menos la parte más excelente nos vincula con el mundo divino y está dotada de un destino inmortal.
- Alma Racional: Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena
- Alma Irascible: Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor.
El "mito del carro alado" representa el alma irascible con la metáfora del caballo bueno y dócil a las instrucciones del auriga. Gracias a esta parte el auriga puede seguir a los dioses hacia el mundo de las Ideas y la contemplación de la Idea de Bien. En el alma irascible se encuentra la voluntad, el valor y la fortaleza. Platón no defiende con claridad ni su mortalidad ni su inmortalidad. La sitúa en el pecho (el corazón).
- Alma Concupuscible: Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles.
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